martes, 26 de noviembre de 2013

A Shade of Vempire: Capitulo 15.

¡HOLAS! para escribir esto tengo que abrir los ojos mas que puedo (las matare) eso duele... :( ahhhhhh! quiero que esto se me quite, me pican mucho los ojos y no puedo restregármelos, me arden y los siento hinchados, y igual les estoy subiendo capítulos -.- deberían amarme, y decirle gracias a Dexter que me esta haciendo cosquillas en mis pies para que no me duerma (? JAJAJAJA amo a ese cachorro, lo es todo :) bueno, las dejo de aburrir y acá esta el capitulo...



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Blog: abetterworldlaliter.blogspot.com.

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Peter.


En el momento en que me puse de espaldas en la peluda colcha de la cama de cuatro postes en el medio de la lujosa habitación que había elegido para mí, el primer pensamiento que me vino a la mente fue: ¿Qué demonios estás haciendo? Acababa de despertar de cuatro siglos de sueño. Realmente no había que dormir más. Por lo tanto, me pasé la noche en la biblioteca, leyendo libros, con la esperanza de ponerme al día con lo que me había perdido en los últimos años. Encontré una gran cantidad de información allí, pero sabía que solo había arañado la superficie. Entonces me di cuenta del gran valor que Lali tendría para mí en familiarizarme con cómo era el mundo ahora.

Recogí el cuarto vaso de sangre que me fue traído por una de las chicas del harén. Un regalo de Candela.

Cuando la chica, Mery, entró tentativamente con el primer vaso en la mano, ni siquiera me atreví a preguntar de donde venía la sangre o de quién era. Solo me la bebí toda. Mi hambre tenía que ser satisfecha si iba a evitar asesinar a las chicas que estaban viviendo dentro de mi casa. Le di las gracias por la sangre y le pregunté si me podía ir a buscar más. La rubia asintió con la cabeza, sus labios temblando mientras se alejaba de mí. La miré y me pregunté por qué no estaba tan atraído por ella como lo estaba por Lali. Se podría decir que ella era igual de agradable a la vista como la pelirroja durmiendo en los aposentos al lado de los míos, y sin embargo ese simple gesto que hizo Lali atrás en el Santuario —agarrar la mano de Mery para consolarla— de alguna manera solidificó a Lali, a mis ojos, como más valiosa que las otras cuatro chicas juntas.

Mientras terminaba mi cuarto vaso, me encontré deseando comprobar cómo le estaba yendo a mi bella cautiva. Me levanté y me dirigí a través de los pasillos cubiertos de cristal, mostrando el cielo estrellado por encima de ellos. Sonreí. Fue un bonito detalle de Gimena —siempre manteniendo el sol fuera de la Sombra de Sangre— el único lugar en la tierra donde siempre era de noche. Finalmente terminé en su dormitorio. Suspiré. No podía entender por qué estaba tan nervioso. No era más que una chica. Me había hartado de sangre. En realidad no había razón para estar tan ansioso.

Llamé a la puerta y esperé. Nada. Volví a llamar.

—¿Lali?

Arrugué mis cejas. Algo estaba mal. Abrí la puerta. No estaba cerrada con llave. Por alguna razón, eso molestó. ¿Era tan tonta como para confiar en un extraño como yo un vampiro además— que ni siquiera cerraría la puerta? Empujé la puerta y examiné la habitación. Ella no estaba a la vista.

—¿Lali? —Entrando, comencé a caer en cuenta de la verdad.

Yo era el tonto por confiar en ella. Ni siquiera me molesté en poner guardias afuera de su dormitorio. Por supuesto que intentaría escapar. Sería una tonta si no lo hiciera.

1 comentario:

  1. jajja te amamos!! <3
    eres medio tontito Peter la dejas asi no más!!
    me voy al otro =D

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